La otra cara de Mítikah, megaproyecto único en AL con gran potencial en áreas verdes

Durante seis años las empresas Ideurban y Prudential iniciaron la construcción de lo que sería el complejo sustentable más moderno de América Latina, sin embargo, por falta de recursos, su continuidad tuvo que suspenderse hasta 2015 cuando Fibra Uno adquirió los derechos del proyecto.

Dentro del complejo se ubicaría la torre corporativa más alta de México, la torre residencial más elevada de la capital del país, hospitales, hoteles y el centro comercial más grande de México, además del estacionamiento con la mayor cantidad de espacios disponibles de todo el país. 

Se invirtieron 20 mil millones de pesos en una extensión territorial de 460 mil metros cuadrados y una torre principal de 237 metros de altura, que tendría capacidad para 600 departamentos y sería reconocida como la construcción más grande de Latinoamérica.

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Según el proyecto, la fase uno ya cuenta con un 75% de avance y había logrado el interés de comerciantes y personas que buscan un nuevo hogar dentro de las instalaciones de Mítikah.

Debido a presión políticas de los vecinos del pueblo de Xoco, la suspensión de la torre corporativa –que estaría ubicada en avenida Universidad–, se frenó de manera temporal la construcción de la segunda etapa, de oficinas, un hotel y un centro de convenciones, que será administrado por Bancomer.

Durante el tiempo en el que la construcción trabajó de manera “normal”, el complejo generó 30 mil empleos pero se esperaba que cuando estuviera concluido le abriera las puertas hasta a 90 mil empleos permanentes.  

 

Recientemente, Mítikah ha sido blanco de crítica por la tala de 58 árboles –en su mayoría árboles enfermos--, y vecinos del lugar interpusieron una denuncia — a modo de chantaje contra la empresa— ante las autoridades de la Ciudad de México solicitando la suspensión del proyecto.

A su vez, la empresa asegura que la tala de árboles fue una acción de limpieza y saneamiento del área por lo que se comprometieron a sembrar tres árboles por cada uno que ellos hayan talado.

Más aún, el proyecto Mítikah considera la construcción de un túnel en la calle Mayorazgo –la vialidad principal del pueblo de Xoco–, porque a nivel de superficie el plano propone un gran parque en el cual serán plantados más de 300 árboles propios de la zona.

Por otro lado es falso que Mítikah se construya en una zona no apropiada para grandes construcciones. En realidad el pueblo de Xoco ha sido uno de los puntos de mayor desarrollo inmobiliario en los límites de las alcaldías de Benito Juárez y Coyoacán.

Por ejemplo, en la última década –y hoy mismo–, se han construido por lo menos diez desarrollos inmobiliarios de primer nivel y alta plusvalía, lo que ha generado cientos de empleos para familias de la zona y elevó de manera importante la plusvalía de todo el pueblo.

Lo cierto es que detrás de las protestas de vecinos de Xoco, existe un interés político que han tenido todos los desarrollos de las zona.

La mecánica es la misma en todos los casos. Un puñado de pobladores protestan, argumentan violaciones a las normas de construcción y consiguen dinero. Y se trata de un chantaje organizado por militantes de Morena, los cuales en ésta ocasión ayudarían a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinhaum para entregar el lugar a otra constructora.

Tal como lo muestran sus acciones anteriores en donde han revelado que han sido partícipes en diversos programas sociales y medioambientales, como el mantenimiento y la reforestación de 250 árboles en Tarango.