Este jueves en la Cámara del Senado de la República, la bancada de Morena y la de los partidos opositores, se pusieron de acuerdo en un dictamen para la creación de una Guardia Nacional con mando civil. Alejandro Hope, analista de seguridad, en su columna de hoy, comparte lo bueno y lo malo de este cuerpo de seguridad.
Entre las cosas rescatables en dicho acuerdo, el analista señala que se trata de una institución policial de naturaleza civil, quitando el mando del Ejército como estaba estipulado en la minuta pasada.
Es decir, con este acuerdo, desaparecerá la propuesta de una Junta de Jefes de Estado Mayor militar y se sustituirá por una Coordinación Interinstitucional, con adscripción a la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana.
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Asimismo, en el artículo transitorio se incluyeron candados alineados con los criterios definidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos para restringir la participación de la fuerza militar en situaciones de manera “extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria”.
Sin embargo, lo malo es que muchas cosas se dejaron sin definir, por ejemplo: la estructura jerárquica, el régimen disciplinario, el sistema de ascenso y promociones, por lo que aún podría colarse una dosis de control militar.
También, Hope aseguró que es lamentable que con la creación de este cuerpo de seguridad es el fin de la Policía Federal y con ello, veinte años de construcción institucional tirados a la basura. Por último, el meter una “instancia de coordinación interinstitucional” deja las puertas abiertas para incorporar el control militar a la institución.
